Impresoras 3D

Con muy pocos años en el mercado, las impresoras 3D ofrecen una alternativa económica y práctica a las grandes máquinas industriales de moldeado. Con un tamaño similar al de una fotocopiadora, o más pequeñas, permiten obtener en forma rápida y sencilla objetos de 3 dimensiones (especialmente maquetas) en formatos desde simples a muy complejos y últimamente también en colores. Se controlan desde una computadora común, con un software especial de modelado en 3D, y son muy eficientes gracias a la posibilidad de reutilizar el material de desperdicio. La tendencia es que en los próximos años, sea común en las oficinas, fábricas, escuelas y hogares.



La impresora 3D puede construir objetos tridimensionales, a partir de un polvo especial de partículas finas y un material aglutinante que actúa como pegamento. Esta impresora hace los objetos capa por capa, desde la base hasta el extremo superior. Es un proceso lento, pero más rápido y económico que el de las maquetas tradicionales.

Para realizar una impresión, el proyecto nace en la pantalla de una computadora, con un programa de modelado tridimensional. Luego el cabezal de la impresora esparce una fina capa de polvo sobre la cubeta de modelado. Más tarde, sobre la capa, se inyecta la tinta aglutinante de secado rápido, este último paso se repite para cada capa del objeto. Al finalizar, el objeto debe ser "desenterrado" de la cubeta. Finalmente, se lo baña en distintos líquidos de acuerdo con la rigidez deseada.Debido a los altos costos de las impresoras 3D, habitualmente sólo es posible encontrarlas en grandes instituciones. Sin embargo, el Proyecto Fabathome propone a los usuarios construir y utilizar su propia impresora a muy bajo costo para producir objetos tridimensionales en materiales diversos como plásticos, chocolate y queso, entre otros.

Los nuevos modelos de impresoras 3D incorporan cuatro cabezales de tinta aglutinante, con lo que se obtienen objetos tridimensionales como zapatillas a todo color.