- Primer paso: Sácalo inmediatamente del agua, la carcasa del teléfono es bastante gruesa y quizás evitamos que entre demasiada agua.
- Segundo paso: Lávalo con agua dulce y limpia, esto sobre todo si se te mojo en el mar.
- Tercer paso: Es fundamental sacar la batería cuidadosamente. Ya que si el celular está apagado, muchos circuitos internos no se dañaran.
- Cuarto paso: Quita la tarjeta SIM, para no perder la información que contiene. El agua no la afecta demasiado, solo sequ´rmosla y dejémosla a un lado.
- Quinto paso: Seca el teléfono con una toalla o alguna superficie bien absorbente. También utiliza un secador de pelo durante unos minutos sobre el celular para secarlo lo mas posible.
- Sexto paso: Coloca el teléfono en un balde, cesto, pote, etc. Y luego cúbrelo con arroz el cual es muy absorbente. Déjalo por un par de días y que no se te ocurra ponerle la batería.
- Séptimo paso: Ahora debemos calentar el teléfono para evaporar el agua, pero con cuidado de no dañar las conexiónes ni las partes plásticas. Para esto recomendamos colocar el móvil en la ventilación de un monitor o un televisor, ya que despiden un calor ideal para la tarea. Dejarlo durante 2 o 3 días.
- Octavo paso: Finalmente debemos probar el teléfono, pero antes revisa que no tenga nada de humedad. Colócale su tarjeta SIM y su batería. En caso que no funciones, repetí el cuarto paso.
Espero que con esto se salve algún celular.
Vía: GrupoGeek
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